Cuando me paseo por la cocina, que suele ser bastante a menudo, oigo vocecitas…. y no estoy loca.
Por un lado, tengo a mi conciencia que me dice «compraste una deshidratadora y casi no la usas». Por otro lado tengo a Juan que me dice «¿cuándo me vas a volver a hacer crackers? Con lo que me gustan».


Así que hay que ponerse manos a la obra con los crackers! La base va a ser pulpa de almendra (de haber hecho leche) y semillas de cáñamo.

Ingredientes:
1 taza de pulpa de almendra
7 cucharadas soperas de semillas de cáñamo
3 cucharadas soperas de agua
sal
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de levadura de cerveza
orégano seco
mix de hierbas provenzales secas
cebolla en polvo

Mezclar bien todos los ingredientes y poner a deshidratar a no más de 42º durante toda la noche. Entre 8 y 10 horas o incluso más si queremos que se queden más crujientes.
Para acompañar los crackers he deshidratado una mezcla de pulpa de pepino, tomatitos cherry y aceitunas negras (de bote, así que ojo porque no son crudos)

Espero que os haya gustado, como esta foto de una de las princesas de casa, la pequeña Mayumi, a la que he pillado durmiendo plácidamente al calor de los rayos del sol. Hoy no tenía ganas de comer uno de mis platos